El Ayuntamiento de Xàbia ha enfrentado otro obstáculo en su intento de mejorar el acceso a las populares Calas de la Granadella y Portitxol, tras descartar la única oferta presentada para el servicio de transporte alternativo. Este revés marca la tercera ocasión consecutiva en que el proyecto no logra materializarse, dejando pendiente una solución efectiva para el transporte de bañistas y turistas a estas codiciadas playas durante los meses de verano.

La oferta rechazada contemplaba la operación de un tren turístico hacia la Cala de la Granadella y un minibús para la Cala del Portitxol. Esta propuesta, que se activaría durante julio y agosto, incluía el pago de un canon de 3.000 euros al Consistorio. El plan también establecía tarifas para los usuarios, con un costo de 5 euros para turistas y 2,5 euros para residentes locales y familias numerosas. Sin embargo, el autobús propuesto para Portitxol no cumplía con los criterios de edad establecidos, lo que llevó a la descalificación de la oferta.

Mientras tanto, la situación en las calas sigue siendo un desafío, especialmente en lo que respecta a la gestión de los accesos. La Policía Local ha tenido que intervenir repetidamente para controlar la afluencia de personas, cerrando los accesos a mediodía durante los fines de semana cuando las playas alcanzan su máxima capacidad. Esta medida, aunque necesaria, resalta la urgencia de encontrar soluciones más eficientes y sostenibles para el manejo del flujo de visitantes.

La esperanza está puesta en la inminente implementación de un servicio de vigilancia en los accesos, que se ha retrasado pero se espera que comience en breve. Esta iniciativa busca aliviar la carga sobre la Policía Local y mejorar la experiencia de los visitantes, garantizando un acceso más ordenado y seguro a estas hermosas calas.

Este escenario subraya la importancia de un equilibrio entre la preservación de espacios naturales únicos y la satisfacción de las necesidades de los turistas y residentes locales. El Ayuntamiento de Xàbia continúa buscando soluciones para estos desafíos, con el objetivo de mantener la Cala de la Granadella y la Cala del Portitxol como destinos atractivos y accesibles para todos.